Las juventudes rurales potencian la relación entre los pequeños productores y el mercado con respuestas basadas en el uso de tecnologías de la información y el intercambio de buenas prácticas entre pares.
MAYO 2020. El contexto global está restringiendo el acceso de pequeños productores y productoras a los mercados para comercializar y adquirir bienes de primera necesidad. Las limitaciones a la movilidad de las personas para prevenir el contagio del COVID19, está profundizando las brechas que los y las jóvenes enfrentan en sus comunidades rurales.
Con apoyo del Proyecto Jóvenes Protagonistas del Desarrollo Rural Territorial en la Región SICA[1], las Redes de Juventudes Rurales están implementando Observadores Comunitarios, una estrategia que utiliza las redes sociales y las tecnologías de internet para comprender, desde el terreno, la situación que enfrentan las juventudes en sus comunidades e intercambiar respuestas prácticas para asegurar la resiliencia de las personas jóvenes productoras, sus organizaciones y comunidades.
Las Redes de Juventudes Rurales realizan diversas actividades de diálogo e intercambio, sobre las plataformas de redes sociales, principalmente Facebook y WhatsApp,[2] y en los territorios de menor acceso se han implementado Cafés Internet en las casas que cuentan con este servicio, como un mecanismo comunitario para facilitar el acceso de más personas jóvenes, ya sea para continuar estudios a distancia, fortalecer la utilización de aplicaciones de comunicación (zoom, correo electrónico, otras) y vincularse a las acciones de las Redes.
Observadores Comunitarios ha permitido a las Redes de Juventud Rural reunir a más de 1,000 jóvenes de 70 territorios rurales de El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Honduras, República Dominicana y Colombia, para conocer cómo están enfrentando las restricciones en sus comunidades e intercambiar soluciones, principalmente sobre oportunidades de comercialización y estrategias para reducir la exposición a contagio de la población de riesgo. Debido a que el transporte público no es continuo en los territorios, los y las jóvenes han decidido también apoyar en la distribución de bienes de primera necesidad a familias vulnerables, la sanitización de lugares públicos y en la distribución de productos.
En el municipio de San Lorenzo, Ahuachapán en El Salvador, 15 jóvenes productores de loroco y jocote, asociados en ACOPAJ enfrentan las medidas adoptadas por el Gobierno frente a la pandemia del COVID-19. Situación que ha cancelado el Festival del Jocote y reducido las plazas de comercialización de sus productos. Para Erick Steven Alvarez, joven productor de leche, del Nodo Pespire en la región centro-sur de Honduras, el reto no es solo ingresar su producto a la ciudad de Tegucigalpa y otros mercados hoy restringidos por las medidas del gobierno. Su principal preocupación es lograr comercializar la producción que tendrán en los próximos meses con la entrada del invierno.
Los jóvenes emprendedores en América Latina están explorando nuevas estrategias y mecanismos de comercialización como alternativas frente al contexto actual:
En el Cantón de Osa, ubicado en Costa Rica, vive Tamar Mora. Ella pertenece al Nodo Brunca de la Red de Juventud Rural y junto a más integrantes han establecido un mercado virtual alternativo donde buscan intercambiar bienes y servicios entre las familias de la comunidad en su distrito. De esta forma, Trueque Puerto Jiménez está ayudando a las familias a comercializar e intercambiar sus productos y excedentes productivos por otros bienes y/o servicios.H
Jesús Murillo es un joven costarricense y agricultor de hortalizas que vive en el cantón de Upala. De manera incipiente está explorando exitosamente el mercadeo electrónico en redes sociales para sostener la distribución de sus productos a nivel local en que él denomina una simbiosis entre la tecnología y los productores, Ver video
Sobre esta simbiosis bien conoce desde hace 4 años Catherine Gaviria, joven colombiana y directora de AnguFood. Su emprendimiento cuenta con experiencia en la intermediación comercial y mercadeo electrónico de productos alimenticios, está acompañando a pequeños productores y productoras a implementar estrategias y prácticas que favorecen su acceso a mercados a través de internet.
También en Colombia, San Rafael de Antioquia es un territorio que en los últimos 10 años ha impulsado el turismo de naturaleza y la producción orgánica de alimentos. Hoy, enfrenta la contracción de la demanda sobre mano de obra de los jornales y de la economía vinculada a la actividad turística y servicios, situación que está incrementando la presión sobre los recursos naturales disponibles en el territorio.
Desde la Red de Jóvenes Rurales de Colombia, el Nodo San Rafael y en alianza con la Red de Turismo Local, están sensibilizando a las familias, especialmente jóvenes, sobre la importancia de sostener las prácticas de conservación ambiental para la sostenibilidad de la actividad turística y la sustentabilidad del territorio. Estas acciones incluyen el apoyo a familias vulnerables en sus comunidades para el establecimiento de huertos familiares y la crianza de abejas meliponas para la producción y el consumo sostenible de alimentos, y la realización de actividades de capacitación dirigida a jóvenes para emprendimientos de turismo y emprendimientos en la transformación de cacao, café, frutales y otros productos locales relevantes, utilizando vídeos tutoriales difundido en redes sociales[3].
La juventud rural desarrolla innovadoras formas para enfrentar la pandemia desde los territorios y articulando acciones como Red. El uso y adaptación de nuevas tecnologías para generar respuestas prácticas desde el campo, es una ruta donde los y las jóvenes cuentan con mejores capacidades y conocimientos, que aunados a las capacidades de los pequeños productores contribuyen a una mayor sostenibilidad de la Agricultura Familiar, como pilar fundamental de la Seguridad Alimentaria para todos y todas
[1] El Proyecto es implementado por Corporación PROCASUR y la Secretaría Ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano (SECAC), con el financiamiento del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
[2] En Centroamérica las compañías de telefonía han habilitado el acceso gratuito al uso de las aplicaciones de redes sociales Facebook y WhatsApp para teléfonos rurales inteligentes.